Impacto economico y ambiental de los polimeros sinteticos

Diferencia entre biopolímeros y polímeros sintéticos

Un grupo de materiales que ahora se conoce colectivamente como plásticos ha desempeñado un papel definitivo en la consecución de gran parte de las ventajas socioeconómicas de la vida moderna, y su producción ha superado a la de casi todos los demás materiales desde la década de 1950.

Pero, ¿qué son los plásticos? Hoy en día, casi todo el mundo, en todas partes, todos los días, entra en contacto con ellos. Se han convertido en el material de trabajo de la economía moderna por varias razones: disponibilidad, versatilidad, pero sobre todo no tienen rival en cuanto a grandes prestaciones a bajo coste.

La palabra plástico, que ahora es la etiqueta de la fama y la vergüenza de este grupo de materiales, surgió de la propiedad física clave que define su versatilidad: la plasticidad. En gran parte gracias al calor, entran en una gama en la que pueden ser procesados y, mediante la escultura moderna, convertidos en fibras, películas o formas de asombrosa complejidad. Y esto puede hacerse (al menos en teoría) varias veces, lo que convierte a estos materiales en un buen candidato para el reciclaje, pero más adelante hablaremos de ello.

Propiedades de los biopolímeros

Los plásticos son una amplia gama de materiales sintéticos o semisintéticos que utilizan polímeros como ingrediente principal. Su plasticidad hace posible que los plásticos puedan ser moldeados, extruidos o prensados en objetos sólidos de diversas formas. Esta adaptabilidad, además de una amplia gama de otras propiedades, como ser ligeros, duraderos, flexibles y baratos de producir, ha llevado a su uso generalizado. Los plásticos suelen fabricarse mediante sistemas industriales humanos. La mayoría de los plásticos modernos se derivan de productos químicos basados en combustibles fósiles, como el gas natural o el petróleo; sin embargo, los métodos industriales más recientes utilizan variantes fabricadas con materiales renovables, como los derivados del maíz o del algodón[1].

Se calcula que entre 1950 y 2017 se han fabricado 9.200 millones de toneladas de plástico. Más de la mitad de este plástico se ha producido desde 2004. En 2020 se produjeron 400 millones de toneladas de plástico[2] Si se mantienen las tendencias mundiales de la demanda de plástico, se calcula que en 2050 la producción mundial anual de plástico superará los 1.100 millones de toneladas.

Efectos negativos del plástico en el medio ambiente

Los tejidos de plástico -o “sintéticos”- están presentes en nuestra vida cotidiana en Europa. Están en la ropa que llevamos, en las toallas que utilizamos y en las sábanas con las que dormimos. Están en las alfombras, cortinas y cojines con los que decoramos nuestras casas y oficinas. Y están en los cinturones de seguridad, los neumáticos de los coches, la ropa de trabajo y la ropa deportiva.

Las fibras textiles sintéticas se producen a partir de recursos de combustibles fósiles, como el petróleo y el gas natural. Su producción, consumo y manipulación de residuos generan emisiones de gases de efecto invernadero, utilizan recursos no renovables y pueden liberar microplásticos.

El Centro Temático Europeo sobre Residuos y Materiales en una Economía Verde (ETC/WMGE) de la AEMA ha elaborado un informe de apoyo sobre “El plástico en el sector textil: posibilidades de circularidad y de reducir el impacto medioambiental y climático”.

El consumo mundial de fibras sintéticas pasó de unos pocos miles de toneladas en 1940 a más de 60 millones de toneladas en 2018, y sigue aumentando. Desde finales de la década de 1990, el poliéster ha superado al algodón como la fibra más utilizada en los textiles. Aunque la mayoría de las fibras textiles sintéticas se producen en Asia, Europa destaca como el mayor importador mundial de fibras sintéticas por valor comercial (Birkbeck, 2020), y también produce y exporta dichas fibras.

Ventajas y desventajas de los biopolímeros

Los polímeros de origen biológico se han convertido en alternativas viables a los plásticos tradicionales basados en el petróleo. En los últimos años, ha aumentado notablemente el interés por los materiales biodegradables para su uso en el envasado, la agricultura, la medicina y otros ámbitos. Los polímeros constituyen la columna vertebral de los materiales plásticos, y se emplean continuamente en una gama cada vez más amplia de áreas. Por ello, muchos investigadores están invirtiendo tiempo en modificar los materiales tradicionales para hacerlos más fáciles de usar, y en diseñar nuevos compuestos de polímeros a partir de materiales naturales. En los materiales poliméricos biodegradables pueden incorporarse varios materiales biológicos, siendo los más comunes el almidón y la fibra extraídos de varios tipos de plantas. Se cree que los materiales poliméricos biodegradables reducirán la necesidad de producir polímeros sintéticos (reduciendo así la contaminación) a un bajo coste, produciendo así un efecto positivo tanto desde el punto de vista medioambiental como económico. Este documento pretende ofrecer un breve resumen del trabajo que se está llevando a cabo en el ámbito de la investigación y el desarrollo de los polímeros biodegradables.

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