Ejemplos de termoestables
La principal diferencia entre ambos es que el termoestable es un material que se fortalece cuando se calienta, pero no puede volver a moldearse o calentarse después de la formación inicial, mientras que los termoplásticos pueden recalentarse, volver a moldearse y enfriarse según sea necesario sin provocar ningún cambio químico. Como resultado de estas propiedades físicas y químicas, los materiales termoplásticos tienen puntos de fusión bajos, mientras que los productos termoestables pueden soportar temperaturas más altas sin perder su integridad estructural.
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Los plásticos son uno de los materiales más utilizados hoy en día para fabricar productos, desde el teclado en el que escribes hasta la Estación Espacial Internacional: los plásticos han llegado para quedarse. Entonces, ¿cómo pueden los plásticos que pueden fabricar algo tan sencillo como un bolígrafo crear algo tan complejo que pueda soportar elementos físicos y químicos rigurosos como el exceso de calor y la corrosión? La respuesta es los plásticos termoestables o termofijados. Los termoestables son únicos y muy diferentes de los materiales plásticos tradicionales, como los termoplásticos, así que ¿cuál es la diferencia entre los termoplásticos y los termoestables? A diferencia de las piezas termoplásticas tradicionales, que se funden y desfiguran cuando se exponen a un exceso de calor, los componentes termoestables, como su nombre indica, fijan sus propiedades físicas y químicas tras un tratamiento térmico inicial y, por tanto, ya no se ven afectados por una exposición adicional al calor. El proceso es muy similar al de hervir un huevo. Una vez que el huevo está hervido, el recalentamiento adicional no causa desfiguración, de forma similar al proceso de curado asociado a una pieza termoestable. Tras el conformado térmico inicial, la capacidad de los materiales termoestables de mostrar resistencia al calor, a la corrosión y a la fluencia mecánica los hace perfectamente adecuados para su uso en componentes que requieren tolerancias ajustadas y excelentes características de resistencia al peso, mientras están expuestos a temperaturas elevadas.
Estructura de los termoplásticos
A pesar de que los plásticos termoestables y los termoplásticos suenan parecidos, sus propiedades y aplicaciones son totalmente diferentes. Comprender sus diferencias puede ayudarle a tomar mejores decisiones de abastecimiento y a mejorar el diseño y desarrollo de sus productos.
La distinción esencial entre los dos es que el termoestable es un material que se fortifica cuando se calienta, pero que no se puede volver a moldear o calentar después de la conformación subyacente, mientras que los termoplásticos se pueden recalentar, volver a moldear y enfriar de forma importante sin provocar ningún cambio en el compuesto.
Debido a estas propiedades físicas y de sustancia, los materiales termoplásticos tienen poca capacidad de disolución, mientras que los artículos termoestables pueden soportar temperaturas más altas sin perder su integridad estructural.
En este artículo, vamos a hacer un desglose completo de las diferencias entre los termoestables y los termoplásticos. También explicaremos sus áreas de aplicación. Diferencias entre los termoestables y los termoplásticos
A diferencia de las típicas piezas de plástico que se funden y deforman cuando se someten a un calor excesivo, los segmentos termoestables, como sugiere su nombre, se fijan en sus propiedades físicas y compuestas después del tratamiento térmico subyacente.
Polímero plástico
Cuando se trata de moldear por inyección, se utilizan dos tipos principales de polímeros: los termoplásticos y los plásticos termoestables. Aunque suenan igual y comparten similitudes, tienen propiedades muy diferentes y se utilizan en una variedad de aplicaciones únicas.
La principal diferencia entre el plástico termoestable y el termoplástico es que los termoplásticos pueden recalentarse y reformarse, mientras que los plásticos termoestables no pueden refundirse y permanecen en un estado sólido permanente una vez fijados. Una vez endurecidos, los plásticos termoestables son más resistentes a las altas temperaturas que los termoplásticos. No pueden volver a fundirse para darles una nueva forma, a diferencia de los termoplásticos, que pueden recalentarse y enfriarse varias veces para darles distintas formas.
Piense en los termoplásticos como en un queso y en los plásticos termoestables como en una hamburguesa. El queso tiene una gran variedad de formas, pero cuando se funde puede adoptar una nueva forma. Una vez cocinada, una hamburguesa no puede fundirse para adoptar una nueva forma, sino que sólo puede carbonizarse más, lo que puede arruinar la calidad de la hamburguesa.
Compuestos termoestables y termoplásticos
La principal diferencia física es cómo responden a las altas temperaturas. Cuando se calientan hasta su punto de fusión, los termoplásticos se ablandan hasta adquirir una forma líquida. Por tanto, el proceso de curado es reversible, lo que significa que pueden volver a moldearse y reciclarse. En cambio, los polímeros termoestables forman una estructura reticulada durante el proceso de curado, lo que impide que se fundan y se vuelvan a moldear.
Como analogía, piense en los termoestables como el hormigón, una vez que han fraguado, nunca pueden volver a la forma líquida (proceso irreversible). Mientras que los termoplásticos son como el agua, pueden pasar del hielo al agua con la aplicación o retirada del calor (proceso reversible).
Un termoplástico es una resina que es sólida a temperatura ambiente, pero que se vuelve plástica y blanda al calentarse, fluyendo debido a la fusión de los cristales o al cruzar la temperatura de transición vítrea (Tg). Una vez procesados, normalmente mediante procesos de moldeo por inyección o soplado, los termoplásticos adoptan la forma del molde en el que se vierten como masa fundida, y se enfrían para solidificarse en la forma deseada. El aspecto más significativo de los termoplásticos es su reversibilidad, la capacidad de someterse a un recalentamiento, fundirse de nuevo y cambiar de forma. Esto permite procesar de nuevo el mismo material, incluso después de haberlo preparado como sólido. Procesos como la extrusión, el termoformado y el moldeo por inyección se basan en este comportamiento de las resinas. Algunos materiales termoplásticos comunes son el polietileno (PE), el policarbonato (PC) y el policloruro de vinilo (PVC).