Composición del plástico
ResumenLos bioplásticos -típicamente plásticos fabricados a partir de polímeros de base biológica- pueden contribuir a unos ciclos de vida comerciales del plástico más sostenibles como parte de una economía circular, en la que los polímeros vírgenes se fabrican a partir de materias primas renovables o recicladas. Para la producción se utiliza energía neutra en carbono y los productos se reutilizan o reciclan al final de su vida útil. En esta revisión, evaluamos las ventajas y los retos de los bioplásticos en la transición hacia una economía circular. En comparación con los plásticos de origen fósil, los bioplásticos pueden tener una menor huella de carbono y presentar propiedades materiales ventajosas; además, pueden ser compatibles con los flujos de reciclaje existentes y algunos ofrecen la biodegradación como escenario de fin de vida si se realiza en entornos controlados o predecibles. Sin embargo, estas ventajas pueden tener contrapartidas, como los impactos agrícolas negativos, la competencia con la producción de alimentos, la gestión poco clara del fin de la vida útil y los costes más elevados. Los nuevos métodos químicos y biológicos pueden permitir el “upcycling” de volúmenes cada vez mayores de residuos plásticos y bioplásticos heterogéneos en materiales de mayor calidad. Para orientar a los transformadores y a los consumidores en sus decisiones de compra, es necesario revisar y homogeneizar las normas de identificación de los (bio)plásticos y las directrices de evaluación del ciclo de vida existentes. Además, una regulación clara e incentivos financieros siguen siendo esenciales para pasar de los polímeros de nicho a las aplicaciones de mercado de los bioplásticos a gran escala con un impacto verdaderamente sostenible.
De qué está hecho el plástico
El plástico puede ser “sintético” o “de base biológica”. Los plásticos sintéticos se derivan del petróleo, el gas natural o el carbón. Mientras que los plásticos de base biológica proceden de productos renovables como carbohidratos, almidón, grasas y aceites vegetales, bacterias y otras sustancias biológicas.
La gran mayoría de los plásticos que se utilizan hoy en día son sintéticos debido a la facilidad de los métodos de fabricación que implica el procesamiento del petróleo crudo. Sin embargo, la creciente demanda de las limitadas reservas de petróleo está impulsando la necesidad de nuevos plásticos a partir de recursos renovables, como la biomasa de desecho o los productos de desecho animal de la industria.
En Europa, sólo una pequeña proporción (entre el 4 y el 6%) de nuestras reservas de petróleo y gas se destina a la producción de plásticos, mientras que el resto se utiliza para el transporte, la electricidad, la calefacción y otras aplicaciones (Ref)
2. El proceso de refinado transforma el petróleo crudo en diferentes productos petrolíferos, que se convierten en productos químicos útiles, incluidos los “monómeros” (una molécula que constituye los componentes básicos de los polímeros). En el proceso de refinado, el petróleo crudo se calienta en un horno y luego se envía a la unidad de destilación, donde el crudo pesado se separa en componentes más ligeros llamados fracciones. Una de ellas, llamada nafta, es el compuesto crucial para fabricar una gran cantidad de plástico. Sin embargo, existen otros medios, como el uso de gas.
¿Qué es el plástico?
Un polímero es una sustancia compuesta por macromoléculas[2]. Una macromolécula es una molécula de alta masa molecular relativa, cuya estructura comprende esencialmente la repetición múltiple de unidades derivadas, real o conceptualmente, de moléculas de baja masa molecular relativa[3].
es una sustancia o material formado por moléculas muy grandes, o macromoléculas, compuestas por muchas subunidades repetidas[6]. Debido a su amplio espectro de propiedades,[7] tanto los polímeros sintéticos como los naturales desempeñan papeles esenciales y ubicuos en la vida cotidiana[8] Los polímeros van desde los conocidos plásticos sintéticos, como el poliestireno, hasta los biopolímeros naturales, como el ADN y las proteínas, que son fundamentales para la estructura y la función biológicas. Los polímeros, tanto naturales como sintéticos, se crean mediante la polimerización de muchas moléculas pequeñas, conocidas como monómeros. Su masa molecular consecuentemente grande, en relación con los compuestos de moléculas pequeñas, produce propiedades físicas únicas, como dureza, alta elasticidad, viscoelasticidad y una tendencia a formar estructuras amorfas y semicristalinas en lugar de cristales.
Ejemplos de materias primas
Los recursos limitados y la creciente población mundial exigen nuevas formas de pensar. Un ejemplo es el uso de productos de base biológica, como los restos de madera, los dientes de león y la glucosa, como complementos del petróleo. La bioeconomía está ganando terreno en todo el mundo. Pero, a pesar de los considerables éxitos, aún queda mucho por investigar y desarrollar. ¿Cuándo son realmente buenos los recursos renovables?
Bio en lugar de petro: IKEA no es la única empresa que apuesta por los plásticos de base biológica. Unos 100 años después de la invención del primer plástico totalmente sintético, la baquelita, al que pronto siguieron miles de otros, los científicos y los productores están orientando su investigación en una nueva dirección. Los productos del mañana deberán ser de alta calidad pero fabricados a partir de recursos renovables, plantas, residuos orgánicos o microorganismos. El fabricante de juguetes LEGO, por ejemplo, ha dicho que quiere producir sus ladrillos de construcción con plástico hecho de materiales alternativos a partir de 2030. Para ello, en 2015 la empresa anunció que invertiría el equivalente a unos 135 millones de euros para fundar su propio Centro de Materiales Sostenibles. En 2009, Coca-Cola Company lanzó su tecnología PlantBottleTM y poco después concedió la licencia a otras grandes empresas como el productor de ketchup H.J. Heinz y Ford Motor Company. La botella de tereftalato de polietileno (PET) estaba compuesta inicialmente por un 30% de material de origen vegetal. El objetivo de Coca-Cola es producir la PlantBottle utilizando únicamente recursos renovables. En la próxima década, este debería ser el caso de todas las botellas de plástico PET, que representan alrededor del 60 por ciento de todos los envases de Coca-Cola.