Proyección de glucosa beta l haworth
Después de comer, la glucosa viaja por la sangre hasta el resto del cuerpo, donde se descompone para producir la energía que necesitas para funcionar, según una revisión de StatPearls de septiembre de 2020. Si sobra, el cuerpo la almacena en forma de glucógeno hasta que se vuelva a necesitar.
Los químicos utilizan prefijos como alfa y beta para denotar las diferentes versiones de la glucosa, en concreto, la d-glucosa, la forma más común de la molécula, según la American Chemical Society. Para los no iniciados, estos prefijos pueden parecer misteriosos, pero las principales diferencias tienen que ver con su estructura y con los nutrientes que contienen.
La alfa glucosa es la molécula fundamental del almidón, según la Universidad de California en Davis (UC Davis). Es el componente básico de alimentos como los cereales integrales, las judías, el maíz y las patatas, según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE UU.
La betaglucosa, por su parte, es la base molecular de una sustancia llamada celulosa, según una investigación publicada en enero de 2014 en The Arabidopsis Book. La celulosa es el principal ingrediente de las paredes celulares de las plantas, por lo que la encontrarás en alimentos fibrosos como las legumbres, los frutos secos y los guisantes, según las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025.
Glucosa alfa y beta
“La glucosa, C6H12O6 un monosacárido (o azúcar simple), es el carbohidrato más importante de la biología. Las células la utilizan como fuente de energía y es un intermediario metabólico. Además, la glucosa es uno de los principales productos de la fotosíntesis e inicia la respiración celular tanto en procariotas como en eucariotas.
Dos isómeros de los azúcares aldohexosa se conocen como glucosa,de los cuales sólo uno (la D-glucosa) es biológicamente activo.La imagen especular de la D-glucosa , la L-glucosa, no puede ser utilizada por las células. En las soluciones, la forma de cadena abierta de la glucosa (ya sea “D” o “L”) existe en equilibrio con varios isómeros cíclicos, cada uno de los cuales contiene un anillo de carbonos cerrado por un átomo de oxígeno.
La D-glucosa puede existir en dos formas alfa-D-glucosa y beta-D-glucosa. Sólo se diferencian en la dirección a la que apuntan los grupos -H y -OH en el carbono 1 (véanse las imágenes jmol más abajo). Cuando las moléculas de alfa-glucosa se unen químicamente para formar un polímero se forma el almidón. Cuando las moléculas de beta-glucosa se unen para formar un polímero, se forma la celulosa.
Forma alfa y beta
Los polisacáridos (/ˌpɒliˈsækəraɪd/), o policarbohidratos, son los hidratos de carbono más abundantes en los alimentos. Son hidratos de carbono poliméricos de cadena larga compuestos por unidades de monosacáridos unidos por enlaces glucosídicos. Estos hidratos de carbono pueden reaccionar con el agua (hidrólisis) utilizando las enzimas amilasas como catalizador, lo que produce los azúcares constitutivos (monosacáridos u oligosacáridos). Su estructura varía de lineal a muy ramificada. Algunos ejemplos son los polisacáridos de almacenamiento, como el almidón, el glucógeno y el galactógeno, y los polisacáridos estructurales, como la celulosa y la quitina.
Los polisacáridos suelen ser bastante heterogéneos y contienen ligeras modificaciones de la unidad de repetición. Dependiendo de su estructura, estas macromoléculas pueden tener propiedades distintas a las de sus componentes monosacáridos. Cuando todos los monosacáridos de un polisacárido son del mismo tipo, el polisacárido se denomina homopolisacárido u homoglicano, pero cuando hay más de un tipo de monosacárido se denominan heteropolisacáridos o heteroglicanos[2][3].
Enlace glicosídico
Los polisacáridos (/ˌpɒliˈsækəraɪd/), o policarbohidratos, son los hidratos de carbono más abundantes en los alimentos. Son hidratos de carbono poliméricos de cadena larga compuestos por unidades de monosacáridos unidos por enlaces glucosídicos. Estos hidratos de carbono pueden reaccionar con el agua (hidrólisis) utilizando las enzimas amilasas como catalizador, lo que produce los azúcares constitutivos (monosacáridos u oligosacáridos). Su estructura varía de lineal a muy ramificada. Algunos ejemplos son los polisacáridos de almacenamiento, como el almidón, el glucógeno y el galactógeno, y los polisacáridos estructurales, como la celulosa y la quitina.
Los polisacáridos suelen ser bastante heterogéneos y contienen ligeras modificaciones de la unidad de repetición. Dependiendo de su estructura, estas macromoléculas pueden tener propiedades distintas a las de sus componentes monosacáridos. Cuando todos los monosacáridos de un polisacárido son del mismo tipo, el polisacárido se denomina homopolisacárido u homoglicano, pero cuando hay más de un tipo de monosacárido se denominan heteropolisacáridos o heteroglicanos[2][3].