Mascarillas para la cara y el usi de polimeros

CÓMO COSER UNA MASCARILLA MÉDICA | TUTORIAL

Está trabajando con la Clínica Mayo para crear y probar la mascarilla para que cumpla las mismas normas de seguridad y eficacia de una mascarilla N95, pero con más comodidad y facilidad de uso para los usuarios.  La mascarilla de Puskas está hecha de una tela no tejida formada por un compuesto de caucho biocompatible que puede utilizarse para crear equipos de protección personal, incluidas las mascarillas.

“Las actuales mascarillas N95 protegen contra el virus, pero la mayoría de la gente dice que las mascarillas no son cómodas y no son fácilmente transpirables”, dijo Puskas. “Hay otras alfombras de fibra de polímero que se utilizan en las mascarillas equivalentes a las N95, pero están basadas en plásticos rígidos y no ofrecen mucha flexibilidad”.

“El material que he desarrollado es un caucho flexible y transpirable, que puede convertirse en mascarillas de ajuste cómodo. Además, es repelente al agua, no deja pasar las partículas de los estornudos ni permite que se acumule la humedad en la máscara por la respiración. Esta goma también puede utilizarse en condiciones de calor y humedad, así como en un congelador, puede esterilizarse fácilmente en soluciones a base de agua y es reciclable para su reutilización múltiple”.

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Una mascarilla quirúrgica, también conocida por otros nombres como mascarilla médica o mascarilla de procedimiento, es un equipo de protección personal utilizado por los profesionales sanitarios que sirve como barrera mecánica que interfiere con el flujo de aire directo dentro y fuera de los orificios respiratorios (es decir, la nariz y la boca). Esto ayuda a reducir la transmisión aérea de patógenos y otros contaminantes en aerosol entre el usuario y las personas cercanas a través de las gotas respiratorias expulsadas al estornudar, toser, espirar con fuerza o escupir involuntariamente al hablar, etc. Las mascarillas quirúrgicas pueden etiquetarse como mascarillas quirúrgicas, de aislamiento, dentales o de procedimientos médicos[1].

Aunque el material del que están hechas las mascarillas quirúrgicas filtra algunos virus y bacterias al atrapar el aerosol suspendido en el aire respirado, sólo proporcionan una protección parcial frente a las enfermedades transmitidas por el aire debido al ajuste normalmente flojo entre los bordes de la mascarilla y la cara del usuario[2][3][4] Las mascarillas quirúrgicas son distintas de las mascarillas de respiración con filtro, como las fabricadas según la norma americana N95, que son más herméticas y están diseñadas a propósito para proteger contra partículas más finas transportadas por el aire.

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De ello se deduce que cuanto mayor sea el valor de , con su correspondiente menor, indica una mayor capacidad del material de la mascarilla para filtrar partículas submicrónicas. Aunque la norma F2299 permite comparar de forma coherente el valor de PFE de diferentes materiales utilizados para las mascarillas, no accede a la eficacia del diseño general de la mascarilla, ni a la calidad del sellado de la mascarilla a la cara del usuario. Esta prueba cuantifica el rendimiento del material de la mascarilla en cuanto a la filtración de bacterias cuando se le aplica un aerosol de Staphylococcus aureus, tal y como recomienda la norma ASTM F2101 [66]. Se eligió el S. aureus por su relevancia clínica como una de las principales causas de infecciones nosocomiales adquiridas en un hospital o centro sanitario [67, 68]. Para realizar la prueba, se suministra una suspensión líquida aerosolizada de S. aureus (tamaño medio de partícula de μm) a la muestra del filtro objetivo a un caudal constante de 1 pie3/min (o 28,3 L/min). Como se muestra en la Figura 7, el aerosol se extrae entonces a través de un muestreador Andersen de seis niveles [69]. Cada nivel contiene una placa de agar que actúa como medio para el crecimiento de cualquier bacteria que pase a través del material filtrante para formar colonias visibles en las placas. También se realiza un control en condiciones idénticas en ausencia de la muestra filtrada. El porcentaje de BFE puede calcularse mediante la fórmula:

Mascarilla REUTILIZABLE con FILTRO, sin huecos

La demanda de máscaras faciales no hace más que aumentar, ya sea para el sector sanitario, protegiendo contra la contaminación atmosférica, o para ofrecer una barrera contra cualquier amenaza bacteriana y vírica, como por ejemplo el actual brote de coronavirus. Sin embargo, el papel que desempeñan las soluciones plásticas avanzadas, como las fibras fundidas, en las aplicaciones de mascarillas no es muy conocido.

Las mascarillas son sólo una de las muchas aplicaciones de productos en las que se utilizan las fibras fundidas. Estos materiales también pueden encontrarse en pañales para bebés, productos de higiene femenina y productos para la incontinencia, por ejemplo, donde el uso avanzado del plástico aporta funcionalidad y un toque agradable. En el caso de los pañales, el papel clave de estas fibras es garantizar la transpirabilidad del producto, sin dejar de tener una barrera suficientemente fuerte para evitar las fugas.

Las diversas aplicaciones de las fibras fundidas son un recordatorio más de las ventajas de los polímeros plásticos. El plástico es un material técnico muy avanzado, ligero y resistente. Si se utiliza de forma inteligente, puede elevar y mejorar las condiciones de vida y la salud de muchas personas en todo el mundo.

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